PRENSA - ENSAYO SOBRE LA PESTE
Diario Página/12
“Repensarnos como seres humanos”
por Cecilia Hopkins
25 de enero de 2017

JUAN CARLOS FONTANA Y CRUZ ZAIKOSKI HABLAN DE ENSAYO SOBRE LA PESTE
El director y el actor estrenarán el próximo domingo en el Teatro del Abasto una obra que Alejandro Tantanian escribió en 1997 y que tendrá ahora su primera puesta local. La pieza da cuenta, entre otras cosas, de un futuro aterrador entre ciclos de muerte y renacimiento.

“Un actor cuando está incómodo en escena es cuando más entretiene al espectador”, afirma Juan Carlos Fontana, periodista de espectáculos y a la vez, director teatral. Fontana habla con PáginaI12 junto al actor Cruz Zaikoski, –con quien forma la Compañía Sudor Argentino–, acerca del estreno de Ensayo sobre la peste, de Alejandro Tantanian, una obra que tendrá con ésta su primera puesta local. Escrita en 1997, la pieza fue comisionada por el Theatre de Folle Pensée y estrenada al año siguiente en Nimes, Francia, en el Festival de Teatro De Formas Breves, con dirección de Robert Cantarella. Con escenografía de Carlos Galli, ambientación sonora de Francis Dhuit e iluminación de Guillermo Merzari, la obra sube a escena este domingo (29/1) en el Teatro del Abasto, de Humahuaca al 3500.

Entre otras obras, La Compañía Sudor Argentino estrenó Slaugther, de Sergio Blanco, El retrato del pibe, de González Castillo y del mismo Tantanian, Muñequita o juremos con gloria morir. Fontana vuelve a dirigir una obra del mismo autor porque, según dice, le propone un desafío constante. El actor, por su parte, dice haberse entusiasmado con el carácter poético del texto y con la posibilidad de ponerlo al servicio de una lectura política. En la pieza original –un poema dramático que vaticina, entre otras cosas, un futuro aterrador entre ciclos de muerte y renacimiento– hay dos personajes: un narrador que introduce una descripción desoladora de un espacio arrasado, visto desde la distancia por un hombre que tuvo un pasado errante, el segundo de los personajes. Fontana articula en su puesta ambos discursos en uno solo.

Del protagonista no se tienen datos. La puesta lo muestra vestido de traje, a punto de ensayar un discurso –tal vez un texto que luego será televisado– en medio de un living de estilo contemporáneo, con una escultura que representa un muro coronado de alambre de púas. “Podría ser un funcionario de una organización internacional o de una corporación”, coinciden el director y el actor, “un personaje a quien no daría ganas de tenerlo como enemigo”, completan. Sin embargo, a pesar de que este hombre porta un discurso apocalíptico de disolución, también se comprende que la regeneración es posible porque hay ciclos que se repiten: “El primer movimiento de la obra habla sobre los ciclos que se cumplen en el universo”, explica el actor, “y en el segundo, se pasa a otra visión que deja ver que también en una pequeña dimensión se cumplen las mismas leyes”

–¿Quién es este personaje?

Juan Carlos Fontana: –No lo sabemos. Vemos que tiene un alto poder adquisitivo, que tiene un rango social también elevado. Como está ensayando solo en su casa, a veces vuelve paródico su propio discurso. En cuanto a la actuación, creo que un actor, cuando está incómodo en escena es cuando más entretiene al espectador.

–El muro no figura en la obra sino en su puesta…

J. C. F.: –El muro habla de todo aquello que separa a las personas en todas partes del mundo. Puede referirse a la inmigración pero también a las diferencias sociales y hasta puede hablar del maltrato que alguien puede recibir en una oficina por parte del que cree que está en otro nivel porque tiene poder.

Cruz Zaikoski: –Lo contradictorio es que esta obra puede ser vista como un manifiesto de fe. Habla de los ciclos que se regeneran, de la vida que permanece y que invita a volver a comenzar.

J. C. F.: –Sí, hay muchos elementos contradictorios y es lo interesante que tiene. Primero la obra impacta por su poesía pero después empieza a aparecer el desafío y uno termina preguntándose: ¿cómo se hace la puesta de este texto? Las obras que se presentan de manera muy clara a la primera lectura no me entusiasman porque no me dejan construir mi propio discurso.

–¿Cómo definiría este discurso propio?

J. C. F.: –En mis puestas siempre hay un discurso humanista. El teatro no aporta soluciones pero sí puede esclarecer algún aspecto de la realidad que en la cotidianidad se nos escapa. Aquí está la pregunta acerca de la necesidad de repensarnos como seres humanos, de ponernos a construir y aportar a la reflexión acerca de porqué hay tanta necesidad de destrucción en todas partes.

* Ensayo sobre la peste, Teatro del Abasto (Humahuaca 3549), domingos, a las 20.30.

https://m.pagina12.com.ar/16012-repensarnos-como-seres-humanos