Entrevistamos a Lorena Ballestrero, directora de Las Mutaciones, una obra llena de magia y espacios para reflexionar. Una puesta en escena innovadora que lleva al espectador a imaginarse los diferentes paisajes donde se encuentra esta pareja. Se las recomiendo y los invito a leer esta entrevista a la directora, donde nos reveló algunas cosas desde la elección de la obra, los actores y las distintas etapas de producción hasta que llegó a escena los jueves a las 21 horas en el Teatro Del Abasto.

1. ¿Cómo fue la elección de la obra Las mutaciones de Valeria Correa?
Siempre estoy buscando textos para dirigir. En este caso, Luis Cano me alcanzó el material. Valeria Correa escribió el texto mientras cursaba Dramaturgia en la EMAD y Cano era su profesor. Yo leí el texto y me comuniqué con Valeria porque me entusiasmó la idea de dirigir un texto de una dramaturga de mi generación y me pareció muy interesante cómo ella lograba captar algo del habla contemporánea mientras que construía las escenas con gran detalle. Valeria me confió su texto y también me habilitó para ordenar las escenas como quisiera en mi montaje.

2. La obra tiene una puesta en escena original, ¿cómo nació y cómo la llevaste al escenario?
Cuando leí el texto pensé que había algo de lo cinematográfico puesto en juego, porque cada escena tenía su lógica de escritura y sucedía en diferentes espacios. Además, me interesaba contraponerle al texto una puesta que no tuviera nada que ver con construir espacios “realistas”. Fue un desafío definir en qué orden estarían las escenas y lograr un hilo que organizara la progresión del espectáculo. Por otro lado, me pareció que estaba bien que nos hiciéramos cargo de que la escritora y la directora somos mujeres. Asi surgió la idea de que el punto de vista del espectáculo sería el de la mujer; y teniendo en cuenta que el texto se basaba en el I Ching, llegué a la conclusión de que ella podría estar intentando revisar qué fue lo que pasó en esa relación de pareja, como si pudiera volver a mirar lo que vivieron juntos.
Sabía que necesitábamos un espacio dinámico, un dispositivo permitiera que el espectador configurara casa, calle, hotel de Chascomús, etc. Entonces, cuando Rodrigo González Garillo trajo la idea de basarnos en la obra de Charlotte Posenenske, enseguida me entusiasmé y así construimos el dispositivo espacial y escenográfico de la puesta.

3. ¿Cómo definirías la obra, en qué se basa?
Me gusta pensar que el amor es un lugar por donde pasamos y creo que en Las Mutaciones jugamos a volver a mirar para preguntarnos dónde nos equivocamos y tratar de entender qué nos pasó, las veces que nos encontramos y las veces que no pudimos.
4. ¿Cómo fue la elección de los actores y cómo fueron los ensayos?
Conocía a Lorena Vega desde Salomé de Chacra, obra de Kartún en la que fui asistente artística, y a Leonardo Murúa ya lo había dirigido en Baby. En general me gusta haber visto actuar a los actores que convoco y además a ellos dos los conocía trabajando, cosa que era muy favorable antes de arrancar un proyecto. Creía -y comprobé- que son muy buenos actores y hacen buena pareja. Por un lado ensayamos las escenas del texto y por otro lado agregué un entrenamiento en tango a cargo de Verónica Litvak que tenía como objetivo construir el vínculo de pareja a través del cuerpo. Fuimos encontrando juntos la lógica de cada escena y desde dónde convenía trabajarla actoralmente.

5. ¿Cómo fue la elección del teatro y cómo es trabajar ahí?
Dadas las características del proyecto, me parecía que necesitábamos una sala de teatro “independiente” pero con buenas condiciones edilicias y técnicas. Un espacio de dimensiones que permitieran el desarrollo de la obra y con “caja negra” para que el espectador pudiera imaginar mejor esos diferentes lugares donde transcurren las escenas. Es un placer trabajar en el Teatro Del Abasto. Las personas que trabajan allí se interesan por el teatro y son muy amables y responsables de sus tareas. Estoy muy agradecida a Norma Montenegro por haber programado Las Mutaciones en la sala, y a todo su equipo de trabajo que nos acompaña cada jueves.

6. ¿Cómo armaste el equipo de trabajo y los asistentes que participan en la obra? ¿Quiénes son y cómo fueron colaborando?
Para mí es muy importante el equipo de trabajo. Trato de que todos los colaboradores artísticos estén desde el inicio y participen en las decisiones para que el mundo de la obra que creamos sea lo más coherente y orgánico posible. Con Ricardo Sica (luces) y Pablo Bronzini (música) ya habíamos trabajado juntos en Se fue con su padre y la experiencia había sido muy buena. Además necesitaba convocar a alguien que se hiciera cargo del entrenamiento del cuerpo a través del tango. Un amigo en común me recomendó a Verónica Litvak y enseguida armamos un código de trabajo muy productivo. Para que aparecieran algunos efectos de ilusión, que me resultaban interesantes a la hora de contar que ella volvía a momentos que no estaban sucediendo en su presente, convoqué a Pablo Kusnetzoff, gran mago que había sido compañero mío de entrenamiento actoral. A Rodrigo Gonzalez Garillo lo conocía porque había visto su tarea como escenógrafo y vestuarista en otras obras y me atrajo siempre su trabajo. Él se sumó más tarde, porque la persona que iba a participar en su rol no pudo continuar. En nuestro primer encuentro, después de haber leído el texto y visto un ensayo, Rodrigo trajo la idea de trabajar sobre la obra de Posenenske y nos entendimos enseguida. Giuiana Kiersz, Sebastián Kotliar y Yamil Zeid son un lujo de asistentes. Creo que armamos un gran equipo de trabajo que se comprometió con la obra desde un principio, cada uno aportando desde su rol. Estoy muy contenta con los resultados.

7. ¿Cuánto tiempo les llevo estrenar la obra y cuáles fueron las etapas?
Yo recibí el texto en el verano de 2013, cuando todavía estábamos con funciones de Se fue con su padre en el Teatro San Martín. En general, soy de procesos largos. A mediados de 2013 empecé a ensayar con otros actores e hicimos varias pruebas de las que incluso quedaron algunas ideas para la puesta final. Pero por distintas circunstancias de producción no pudimos seguir trabajando juntos. A mediados del 2014 empezamos a ensayar con el equipo actual, hasta diciembre. Nos fuimos de vacaciones, retomamos los ensayos a mediados de febrero y estrenamos el 5 de marzo.