PRENSA - VAGO
Diagonales
Teatro intenso
por Carolina Sirio. @CaroSirio
25.01.2013

CULTURA / “Tengo una teatralidad que obliga al espectador a posicionarse en silencio en su butaca”. Así define su trabajo el escritor y director Yoska Lázaro, quien presenta Vago, una obra ambientada en la década del '90 y que aborda la experiencia de vida en el conurbano bonaerense.

En el porteño teatro El Abasto se presenta Vago, una pieza ambientada en la década del 90, que aborda la experiencia de vida en el conurbano bonaerense, donde los habitantes están atrapados en la incertidumbre del presente y del futuro. Sus personajes muestran la forma de sobreponerse a las circunstancias y a las condiciones precarias que tiñen el día a día, en una época signada por la expulsión y marginación social de un numeroso segmento de la población. Las funciones continuarán los sábados a las 21, en Humahuaca 3549.



Yoska Lázaro es el autor y director de esta obra del grupo Teatro a tres velas, que también dirige desde 2007 y que siempre trabaja temáticas sociales e históricas de nuestro país, como la dictadura militar, la identidad, la marginación, la pobreza y la lucha por sobrellevar la realidad. Diagonales.comhabló con él sobre Vago y el tipo de teatro que hace: que “no pretende decirle a nadie qué tiene que pensar” sino que busca “hacer preguntas, preguntas que el espectador responderá o no”.



–¿Y qué interrogantes le surgen a usted al ver Vago en el escenario?
–Las preguntas que surgen al verla en escena es si estamos articulando bien nuestras inquietudes para compartirlas con el espectador. Las obras me ayudan a pensar y me ayudan, o trato de que me ayuden, a entender. La investigación sobre los temas para poder llevarlos a escena me obligan a informarme y luego reflexionar sobre qué me pasa con eso y qué quiero contar.



–¿Qué le atrae de esta forma de trabajo, planteando un punto de vista y no una forma de pensar?

–Es que yo creo que el teatro no puede dar respuestas. A mí me interesa presentar situaciones, momentos, tengo una teatralidad con cierta intensidad que obliga al espectador a posicionarse en silencio en su butaca, pero que se posiciona. Me gusta un público activo, al que cuido, pero que la oscuridad de la platea le permita un espacio de reflexión a partir de las sensaciones o lo que le pasa a "otros" (los personajes), un "otro" muy parecido a cada uno de nosotros.



–¿Considera que ud. hace un tipo de teatro “social” o “político”?

–Hago un teatro que me gusta y que bebe de lo que me rodea, de lo que veo y vivencio. ¿Eso es social? Sí, puede que sí, pero quizá los teóricos saben más de clasificaciones estéticas que yo. ¿Hay acción o pensamiento que no sea político? Entonces quizá el mío lo sea. Juego. No sé si es una cosa u otra. Quizá no sea ninguna de esas y sea sólo teatro. Como me dijo un amigo una vez: “Al fin y al cabo, es sólo teatro”.



–Desde su lugar, ¿cómo ve la realidad actual del conurbano bonaerense en relación a cómo era en los '90?

–Cuando me preguntan sobre esto, la sensación es muy contradictoria, casi tanto como el conurbano que tiene por zonas situaciones con panoramas muy diferentes. La realidad es que fines de los ‘90, el uso de las drogas era, por zonas, distinto, el Paco no estaba tan instalado, iba metiéndose pero no era la aplanadora que es hoy. El conurbano es muy heterogéneo, se avanza en cosas, pero en otras aún falta. Creo que lo más importante es que sepamos y recordemos, que Buenos Aires no es sólo Calle Corrientes, Puerto Madero, Palermo, Congreso o Villa Crespo, al otro lado de la General Paz sigue Buenos Aires aunque no salga en las fotos. Hay que seguir trabajando y no olvidar. Yo viví durante un par de años en San Antonio de Padua y no había cloacas, el agua seguía saliendo del pozo y las calles no estaban asfaltadas (y hoy día siguen sin estarlo). Sentía un desfasaje importante entre "la capital" y "la provincia". Dos realidades. Y el interior del país es otra cosa distinta, también heterogéneo, lo sé y lo conozco. Pero hablamos de Buenos Aires y su conurbano. Algo bastante inmediato. En el conurbano hay pasos importantes dados, pero hay que seguir, hay que integrar, hay que acercarnos y a veces no girar el rostro frente a eso.



–¿Por qué eligió fragmentos del libro Cámara Gesell de Saccomanno para el prólogo y el epílogo; qué tienen en común este libro y su obra?

–Yo no lo conocía como novelista. Había leído algunos artículos en Pagina 12. Uno de los actores y co-fundadores de Teatro a Tres Velas, Fernando García Valle, siempre me acerca material para que le eche una mirada. Él tenía Cámara Gesell; me dijo que tenía un libro que te pegaba una piña desde la primera pagina. Me leyó el prólogo. Me encantó; fui y lo compré. Saccomanno tiene una pluma muy directa, muy potente que resuena y se resignifica con cada giro, con cada detalle. Tiene una fuerza y naturalidad para deshilachar la hipocresía que apabulla. Luego, su generosidad nos permitió contar con sus fragmentos y completar nuestra expresión.

http://diagonales.infonews.com/nota-193276-Teatro-intenso.html